230 aspirantes a estibadora denuncian su exclusión en el mayor puerto de España
Son más de 200 candidatas y tienen un solo objetivo: convertirse en estibadoras. Hay estudiantes, camioneras, electricistas, mecánicas y desempleadas y vienen de los siete municipios que componen el Campo de Gibraltar, un área metropolitana que abraza la Bahía de Algeciras (Cádiz) y que centra gran parte de su actividad económica en el puerto de Algeciras. Tras constituirse en asociación, pretenden entrar en un “coto cerrado” hasta ahora para las mujeres: el sector de la estiba.
Son más de 200 candidatas y tienen un solo objetivo: convertirse en estibadoras. Hay estudiantes, camioneras, electricistas, mecánicas y desempleadas y vienen de los siete municipios que componen el Campo de Gibraltar, un área metropolitana que abraza la Bahía de Algeciras (Cádiz) y que centra gran parte de su actividad económica en el puerto de Algeciras. Tras constituirse en asociación, pretenden entrar en un “coto cerrado” hasta ahora para las mujeres: el sector de la estiba.
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El puerto de Algeciras, el mayor de España, tiene una plantilla de 1.879 estibadores (1.522 fijos y 357 eventuales). Todos son hombres. Los estibadores manejan, a más de 50 metros de altura, auténticos gigantes de hierro que mueven contenedores de varias toneladas sobre los que trabajan en las cubiertas de buques capaces de transportar más de 18.000 cajones. Eso convierte la profesión en un trabajo de alto riesgo, lo que no impide que unas 230 mujeres hayan dado el paso para intentar formarse como estibadoras del puerto algecireño, el único de España en el que ellas no tienen cabida en este sector.
Raquel Saavedra, azafata de pasaje en uno de los buques de Balearia que realiza la travesía del Estrecho, creía que no había estibadoras en ningún puerto de España. Pero un día se enteró de que no era así y, en noviembre de 2014, decidió crear un perfil en Facebook para luchar por la igualdad en el sector.
Ese fue el germen de la Plataforma de Mujeres Estibadoras de Algeciras. “Lo único que pretendemos es dar a conocer nuestra reivindicación, que es poder realizar trabajos de estiba y desestiba al igual que los hombres”, afirma María José Corrales, empleada de una empresa que transporta contenedores entre las terminales del puerto algecireño. Ella quiere ser estibadora y lo intentó el pasado verano, cuando entró en la plantilla la última remesa de eventuales. “Éramos cinco mujeres y fue el comité de empresa el que se negó a que entrásemos”, dice.
María de los Ángeles Zucilla es otra de las mujeres que quieren ser estibadoras. Tiene 38 años y ha estado 12 descargando camiones con mercancías en una gran superficie. “La fuerza no es igual entre hombres y mujeres, pero si hay que conducir un camión lo podemos hacer, y si hay que trabajar en altura, también”, asegura.
Quienes desde hace años se dedican a esta labor no tienen reparos en contar con mujeres como compañeras de trabajo. El coordinador regional del sindicato mayoritario en el sector, la Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios, Manuel Cabello, señala que en los puertos españoles hay mujeres desde hace diez años. Aunque afirma que el puerto de Algeciras es “especial”, insiste en que su sindicato no se opone a que las mujeres entren en la estiba “si demuestran que tienen capacidad para hacerlo, como ocurre con los hombres”.
¿Por qué es “especial” el caso de Algeciras? “Aquí los estibadores trincamos los contenedores en los buques y eso, en el caso de otros puertos, es una maniobra peligrosa que realizan las tripulaciones de los barcos, apunta Cabello. La “trinca” de contenedores es la actividad por la que todo estibador pasa al entrar en la plantilla del puerto algecireño. Es “el primer escalón” y, según Cabello, eso requiere “un perfil físico muy especial”. Pero el único requisito que se exige formalmente para acceder a este sector es un ciclo formativo de grado medio y el permiso de conducción de camiones, dos títulos que poseen muchas mujeres que aspiran a la igualdad en el puerto de Algeciras.